Son cultivos sin fin comerciales, que generan propiedades benéficas en el suelo o ecosistema del huerto de manera sostenible. Las cubiertas vegetales son una herramienta para recuperar la productividad de los suelos agrícolas, cuyos efectos sobre el suelo son acumulativos año tras año.
Ejercen una acción física, química y biológica.
Se diseña una mezcla o se utiliza alguna especie en particular, en relación a las propiedades que se quiera aportar al cultivo principal. Suelen nombrarse según el uso que se le esté entregando, es por eso que en ocasiones se describen como abonos verdes, cultivos entre hileras, cultivos entre cultivos, entre otros.
Ayudan desde controlar malezas, aumentar la biodiversidad, mejorar la permeabilidad (producto de la penetración de raíces), aportar materia orgánica e incluso como control cultural para combatir ciertas plagas y enfermedades. Protege los suelos en los periodos que suelen estar desnudos, reduciendo así la perdida de nutrientes ya que son “captados” por el cultivo y disminuyendo la erosión de los suelos producto del agua o del viento.
Muy recomendado para la rotación de cultivos como también para la implementación en huertos frutales (cultivos entre hileras).
Se pueden clasificar en de diversas formas, las más comunes son según su duración o según la familia.
Clasificación
1- Duración
1. a.-Cultivos anuales de invierno/verano: germinan y mueren en un año o menos.
Cultivo anual de invierno: es más utilizado ya que se siembra en otoño y crece en la época húmeda (no compite por nutrientes y agua con el cultivo principal). Principalmente utilizados para mejorar infiltración, disminuir erosión, etc. Se cortan o incorporan en primavera.
Cultivo anual de verano: menos frecuente, se siembran en primavera, generalmente se utilizan para atraer enemigos naturales y adicionar materia orgánica. Suelen ser muy sensibles a las heladas. Puede competir por uso de agua y nutrientes con el cultivo principal.
Cultivo anual de resiembra: Especies anuales de invierno que generan un pool importante de semillas para la próxima temporada estival.
1. b.- Cultivos perennes: viven por 3 o más años. Se pueden sembrar en otoño o primavera. Pueden crecer todo el año (como festucas de prado) o en algún periodo del año generalmente asociado a la disponibilidad de agua y al clima.
2- Familia
La familia del cultivo entrega ideas generales del aporte que puede generar una especie.
Brásicas: contienen glucosilanatos en sus tejidos por lo que pueden ser utilizadas para biofumigación. Poseen raíces fuertes y pivotantes, por lo que son muy útiles para ruptura de suelo y como “catch crops”.
Leguminosas: Son especies que generan una asociación simbiótica con un grupo de bacterias (Rizobios) las cuales les permiten fijar nitrógeno atmosférico en el suelo. Los rizobios son especie específicos, en ciertas ocasiones se encuentran de manera silvestre en el suelo, sin embargo, es recomendable inoculación para maximizar la cantidad de nitrógeno fijado.
Gramíneas: especies con raíces homorrizas o fibrosas, con múltiples beneficios. Hay especies anuales y perennes. Los cereales son muy utilizados para incorporar materia orgánica.